En nuestra adolescencia pegábamos en las paredes de nuestros
dormitorios las fotos de nuestras bandas de rock predilectas y otros ídolos.
Circulaba por entonces un chiste que decía que el Che Guevara tenía en su
cuarto un póster de todos nosotros mirándolo.
Uno de los grandes cambios que ofrece el avance tecnológico es
que hoy los escritores pueden ver de manera virtual el rostro de sus lectores.
Resulta muy interesante observar la expresión de quienes han puesto Me Gusta a
alguna publicación, quienes siguen las actualizaciones, quienes participan con
sus comentarios y sugerencias.
La fan page de Facebook se ha divulgado en estos días y se
sumaron nuevos lectores. A cada uno de ellos le ha llamado la atención algo que
publicamos. Estamos reuniendo una comunidad de personas sensibles, afines a
ciertos patrones estéticos y sentimentales.
Les damos una cálida bienvenida.
